domingo, 14 de marzo de 2010

Piñera recorre zonas devastadas

Piñera recorre zonas devastadas entre réplicas del terremoto

12.29 horas.- Unas 140 personas que viven en carpas fueron escuchadas por el mandatario.


El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, continuó hoy con su recorrido por las zonas devastadas por el terremoto del pasado 27 de febrero en medio de réplicas que mantienen alerta a la población.

Junto a su esposa Cecilia Morel, Piñera compartió un improvisado desayuno con personas que se encuentran en el albergue habilitado en el centro de Talca, a 240 kilómetros de Santiago, la capital.

"Es desolador, parece como de esas películas dramáticas de postguerra muy impactante y doloroso sobretodo por la pérdida de seres queridos", dijo Morel tras la visita.

Unas 140 personas que viven en carpas fueron escuchadas por el mandatario, quien tras dar abrazos y repartir algunas palabras de aliento, recibió como obsequio un rosario por parte de un menor.

En tanto, las réplicas del terremoto de magnitud 8,8 en la escala de Richter continúan inquietando a la población que ya da los primeros pasos en torno a la recostrucción, mediante la repartición de víveres e instalación de viviendas de emergencia.

El último movimiento telúrico fue resgistrado hoy a las 06:01 hora local y según el Servicio Sismológico de Estados Unidos fue de magnitud 4,9 en la escala de Richter, con epicentro a 500 kilómetros al sur de Santiago.

EL mandatario seguirá con su recorrido para luego tener reuniones de trabajo con los intendentes (gobernadores) de las regiones afectadas. Después viajará a Santiago a reunirse con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, para poner en marcha el plan de reconstrucción de Chile.

Piñera tendrá que levantar a un país desolado por el desastre natural que dejó un saldo de 497 fallecidos identificados, casi dos millones de viviendas dañadas, además de infraestructura hospitalaria, escolar y vial en la que habrá que invertir unos 30.000 millones de dólares para su recuperación.

316 réplicas

Remecen a Chile 316 réplicas del terremoto en 15 días
Internacional - Domingo 14 de marzo (08:30 hrs)
(Foto:EFE)

* Todos los movimientos son superiores a los 4.0 grados Richter
* La más intensa se produjo el pasado jueves y tuvo una magnitud de 6.9 grados Richter


El Financiero en línea

Santiago, 14 de marzo .- Chile ha sido remecido en los últimos 15 días por 316 réplicas del terremoto que azotó al país el pasado 27 de febrero, todas ellas superiores a los 4.0 grados Richter, indicaron hoy registros sismológicos.

Los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) señalaron que la réplica más intensa se produjo el pasado jueves y tuvo una magnitud de 6.9 grados Richter, la cual causó gran alarma y daños menores en el país.

El 27 de febrero anterior, luego de que a las 03:34 horas locales (06:34 GMT) ocurriera un terremoto de 8.8 grados Richter, el país fue impactado por 79 réplicas a lo largo de ese día, de las cuales ocho fueron mayores a 6.0 grados.

De acuerdo con los registros del USGS, un día después del terremoto se produjeron 59 réplicas, tres de ellas superiores a los 5.5 grados Richter, la siguiente jornada ocurrieron 28 y un día después 21, todas ellas entre 4.0 y 5.4 grados.

En seguimiento de una tendencia descendente, el miércoles 3 de marzo el sismógrafo indicó 13 réplicas y el día siguiente sólo ocho, una de las cuales de 6.0 grados Richter.

A cada remezón, varios miles de habitantes del país, en especial los de la zona centro-sur donde se concentraron los principales estragos del terremoto del 27 de febrero, son presas de escenas de pánico.

El terremoto de ese día provocó más de 800 muertos y desaparecidos, destruyó 500 mil viviendas, dejó dos millones de damnificados e hizo colapsar escuelas, hospitales, puentes, autopistas y valiosa infraestructura física. (Con información de Notimex/JOT)

Las réplicas desde entonces promedian 21 cada día, una cada 70 minutos, 14 de ellas han superado los 6.0 grados Richter y dos llegaron a 6.9 grados de esa escala que mide la magnitud, la amplitud y el tiempo de un movimiento telúrico.

El viernes 5 de marzo el USGS registró 15 réplicas, ocho al día siguiente, seis el domingo, 16 el lunes, cinco el martes y 10 el miércoles pasado, y aunque parecía que los movimientos descendían los sismólogos anticiparon otro fuerte remezón.

El pasado jueves 11 de marzo, mientras el país presenciaba la ceremonia de juramentación de Sebastián Piñera como el nuevo presidente de Chile, el territorio nacional se cimbró de nuevo con intensidad y volvieron las escenas de pánico.

Ese día, a las 11:39 horas locales (14:39 GMT) un fuerte sismo de 6.9 grados Richter remeció a Chile, en lo que ha sido la réplica de mayor magnitud registrada hasta ahora, y en un lapso de 27 minutos se produjeron dos más de 6.7 y 6.0 grados.

El pasado viernes, la actividad sísmica descendió al producirse 15 réplicas del terremoto del 27 de febrero y la víspera la cifra bajó a 12, mientras los sismólogos anticipan que se producirá un nuevo remezón de gran intensidad.

Proximo terremoto-en el norte

CHILE: MUY POSIBLE QUE EL PROXIMO TERREMOTO SEA EN EL NORTE

SANTIAGO DE CHILE, 13 (ANSA) - El próximo gran terremoto que sacuda a Chile posiblemente ocurra en el norte del país, aunque "es difícil precisar cuándo", afirmó el director científico del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos.
El especialista dijo a ANSA que los habitantes de la zona geológica afectada por el terremoto de 8,8 grados Richter y el tsunami del 27 de febrero podrían sentirse más tranquilos, "pero nada es seguro".
Por ello no se puede asegurar que el sismo de 6,9 grados ocurrido el jueves cerca de Pichilemu (150 kilómetros al suroeste de Santiago) "sea la última réplica y la más importante que se va a producir tras el terremoto", enfatizó.
En todo caso advirtió que la energía liberada es esa ocasión no es significativa como para descartar que ocurran más movimientos fuertes en el breve plazo.
Barrientos repitió que es casi imposible otro terremoto en la misma zona del 27 de febrero pues habitualmente se necesitan cientos de años para que se acumule la energía suficiente.
"Si me hubieran preguntado antes de ese terremoto dónde ocurriría el próximo terremoto habría respondido que no tengo idea", confesó Barrientos. DAB

La bandera rota

Una bandera rota y embarrada

El terremoto que ha asolado Chile ha sacado a la luz lo mejor y lo peor de su sociedad: la solidaridad y el pillaje, el coraje y el dolor, el nuevo desarrollo y la enorme desigualdad económica entre ricos y pobres


La imagen que simboliza el terremoto en Chile es una bandera chilena destrozada que un joven extrajo de los escombros de su casa.

    Chile

    Chile

    A FONDO

    Capital:
    Santiago de Chile.
    Gobierno:
    República.
    Población:
    16,454,143 (est. 2008)

La noticia en otros webs

En Chile los ricos son riquísimos y, además, ostentosos, algo que empezó con la dictadura

Nunca somos mejores que en tiempos de crisis, cuando desaparece la arrogancia y mezquindad

Vengo llegando de Chile, donde fui de carrera a participar en la Teletón Chile ayuda a Chile, una cadena nacional de 27 horas cuyo objetivo era juntar el equivalente de 30 millones de dólares. Se lograron 60 millones; hasta los damnificados que quedaron sin nada, aportaron unas monedas. Ese ejemplo de solidaridad levantó el ánimo del país.

La destrucción se nota apenas aterriza el avión en Santiago. El aeropuerto estuvo cerrado un par de días, porque se desmoronaron pedazos del techo y hay grietas estructurales serias, pero pronto levantaron carpas y se organizaron para atender con la mayor normalidad posible. Esperamos casi dos horas para hacer inmigración, pero al salir, seis días más tarde, el sistema era mucho más eficiente, aunque todavía los pasajeros hacían cola en el calor, sin aire acondicionado ni agua y debían esperar horas sentados en el suelo. Nadie se quejaba y el personal trabajaba amablemente. Siempre me maravilla la calma, el orden, la buena voluntad y ese buen humor estoico de los chilenos en tiempos de catástrofe.

Después de la mortandad de Haití, el terremoto en Chile no ha causado el impacto en el mundo que habría tenido en otras circunstancias. Es uno de los más fuertes registrados hasta ahora, duró varios minutos, ha tenido más de 200 temblores posteriores y lo que no se cayó con el remezón se lo llevó el tsunami. Hospitales, escuelas, comisarías, puentes, caminos, miles y miles de viviendas, todo en el suelo. Las imágenes de televisión no pueden dar una idea aproximada de la destrucción. Hay pocos muertos dada la tremenda destrucción, en parte porque el país tiene códigos de construcción muy severos y en parte porque tenemos experiencia en este tipo de catástrofe. Apenas empezó a temblar, la gente en la costa corrió a los cerros. No hicieron lo mismo los turistas o los afuerinos.

Todavía no hay electricidad, comunicaciones, teléfonos o agua potable en muchos lugares. A las pocas horas del terremoto dejaron de funcionar los celulares, porque se agotaron las baterías y no había electricidad para cargarlas. Incluso las comunicaciones de las Fuerzas Armadas y Carabineros fueron traicionadas por la tecnología. Mucho blackberry, pero a la hora de la verdad parece que los métodos antiguos -como radio aficionados- eran más eficientes. En la isla Juan Fernández, que sufrió el impacto mayor del tsunami, sólo murieron seis personas porque una niña de 12 años corrió a tocar la alarma cuando vio que el mar amenazaba, así despertó a la población, que alcanzó a ponerse a salvo en los cerros. El jefe de la plaza estaba esperando que la Armada confirmara el peligro.

Hay mil historias de coraje y de dolor que me hacen llorar al recordarlas, como una madre a quien el tsunami le arrancó de los brazos a dos niños pequeños y todavía anda buscando los cuerpos, o el abuelo llorando por su nieto entre las ruinas de su casa, o las miles de mascotas que deambulan hambrientas y desorientadas en lo que antes fue un pueblo. Berta, la mujer que ha trabajado en casa de mis padres por 34 años, y es más querida por ellos que cualquiera de los hijos o nietos, es de Iloca, uno de los pueblos arrasados por el mar. Su familia perdió todo y varios de sus parientes aparecieron en la televisión mostrando la devastación. Habían levantado un techo y hervían agua en una fogata para ofrecer té a vecinos, periodistas y carabineros. En eso llegó un camión con adolescentes que habían juntado manzanas, frazadas, salchichas para esa gente en piyama que no había comido desde el día anterior. Uno de esos adolescentes era mi sobrino. Esto ilustra cuán de cerca nos golpeó a todos.

En Santiago y otras ciudades la gente hacía donaciones de comida, pañales, medicinas, agua, etcétera. Se hacían colectas en las calles y ciertos bancos estuvieron abiertos noche y día para recibir depósitos. En algunas escuelas los chicos recibían las donaciones, otros empaquetaban, luego llevaban las cajas a los camiones. A cierta hora vi salir 40 camiones con banderas chilenas, tocando bocinas, rumbo al sur. Y después vi en televisión la llegada a los campamentos de emergencia, donde eran recibidos con lágrimas, abrazos... y la infaltable "tacita de té", símbolo de la hospitalidad chilena.

Hay innumerables anécdotas de valor y solidaridad, pero la prensa extranjera ha publicado más que nada sobre el pillaje. Es cierto que se cometieron desmanes en algunas ciudades antes de que la presidenta, Michelle Bachelet, sacara el Ejército a la calle e impusiera el toque de queda. Parece que la mayor parte del pillaje fue cometido por bandas organizadas, los mismos maleantes que trafican drogas y cometen otros delitos. Muchos han sido identificados, la policía allanó los sitios donde habían acumulado televisores, lavadoras, muebles, licores y otras cosas, y se recuperó una buena parte. La presidenta ha dicho que serán procesados. Otros ladrones de última hora, que no son profesionales del delito, devolvieron lo que se habían llevado, por vergüenza. No puedo menos que hacer la comparación con lo que ocurrió el 11 de septiembre de 1973, el día del golpe militar, cuando bombardearon la casa del presidente Salvador Allende en la calle Tomás Moro y luego los vecinos, gente pudiente del barrio alto, se robó lo que pudo, desde cuadros hasta fotos familiares.

Supongo que en una crisis lo mejor y lo peor de la sociedad quedan expuestos. En este caso la desigualdad ha quedado en evidencia. Chile ya no se considera un país en desarrollo, su crecimiento económico lo ha colocado entre las naciones del llamado Primer Mundo, pero la distribución del ingreso y de los recursos es una de las peores. Los 20 años de gobiernos democráticos de centro-izquierda de la Concertación han logrado reducir la pobreza dramáticamente, pero no han nivelado a la gente. En Chile los ricos son riquísimos y además ostentosos, un fenómeno que comenzó con la dictadura y se ha ido acentuando; antes los chilenos éramos sobrios, no había nada más kitsch que la ostentación. Este desequilibrio crea resentimiento social y violencia.

Michelle Bachelet terminaba su presidencia con el más alto porcentaje de aprobación de nuestra historia cuando ocurrió la catástrofe. El nuevo presidente es Sebastián Piñera, un billonario de derechas que llega al Gobierno con un equipo de empresarios jóvenes formados, en su mayoría, en universidades americanas. El discurso político y los valores cambiarán. (Éste es el chiste de actualidad; "Bienvenido a Chile, atendido por sus dueños"). El golpe brutal sufrido por el país puede ayudar a Piñera porque dará empleo en la reconstrucción, habrá ayuda y créditos internacionales, los trabajadores postergarán sus demandas y la oposición tendrá que colaborar con el Gobierno.

Dos semanas después del terremoto los chilenos están de pie, han superado la depresión y el miedo de los primeros días y se aprontan para reconstruir. Estamos acostumbrados a los coletazos de la naturaleza. Vivimos en el país más bello del mundo, pero expuestos a terremotos, tsunamis, inundaciones, sequías y de vez en cuando cataclismos políticos. Nunca somos mejores que en tiempos de crisis, cuando desaparece nuestra arrogancia y mezquindad, pero pronto se nos olvida y volvemos a nuestras malas costumbres. Sería estupendo que esta vez permaneciéramos unidos y generosos una vez que pase el estado de emergencia. Tal vez el abrazo de Michelle Bachelet con Sebastián Piñera en la Teletón sea un buen augurio. Sé que Chile se va a recuperar de las pérdidas materiales; espero que esta tragedia nos obligue a reforzar el tejido moral de la sociedad.

Al llegar a Estados Unidos un periodista me preguntó si tenía un mensaje para los americanos. ¿Qué podía responderle? Sólo que no hay seguridad para nadie en este mundo, como cualquiera que no sea un idiota privilegiado lo sabe. Se puede perder todo en un instante, pero casi siempre se puede volver a comenzar. La capacidad de sobrevivencia de los seres humanos es asombrosa. Eso aprendí esta semana en mi país, tan golpeado y tan querido.

Isabel Allende es escritora.

Piñera evita dar falsas esperanzas

Piñera evita dar falsas esperanzas en zonas afectadas por terremoto en Chile

SANTIAGO — El presidente de Chile, Sebastián Piñera, recorre el domingo las zonas más afectadas por el terremoto y maremoto en su país, y evita dar falsas esperanzas a ciudadanos que piden la pronta acción de su Gobierno, pues aseguró que la reconstrucción tomará tiempo.

"Quiero ser serio y responsable: la reconstrucción toma tiempo. No va a volver la normalidad de la noche a la mañana", aseguró durante su recorrido en la ciudad de Iloca, población del sur de Chile en donde el mar destruyó gran parte de las viviendas.

"Por supuesto que vamos a priorizar las cosas más importantes: restablecer el suministro de energía eléctrica y de agua potable va a tomar ciertos días, estamos muy cerca de lograrlo", precisó Piñera, quien pasa el fin de semana visitando el sur del territorio, donde se produjo la mayor cantidad de víctimas y daños.

El presidente, quien lleva tres días en el poder, aseguró además que en un mes y medio se restablecerá la enseñanza en los colegios del país, instalando escuelas provisionales, en los lugares donde los locales escolares quedaron destruidos.

"Me parece bien, porque hace tiempo que ya no entrábamos a clases y ya había terminado el verano", dijo Víctor, un niño de Iloca, de 8 años de edad, quien se hizo conocido por pedir ayuda para su familia a través de la prensa, solicitando "zafradas" en vez de "frazadas".

El sábado, Piñera visitó Dichato (470 km al sur de Santiago), otra ciudad de la costa sur de Chile arrasada por el tsumami, y en donde los habitantes le pidieron pronta ayuda, incluso en el retiro de cadáveres que, según una pobladora, aún permanecen entre los escombros.

Luego visitó el devastado puerto de Talcahuano, en donde anunció cambios en el presupuesto 2010 para iniciar la reconstrucción, y proyectos de ley que agilicen las órdenes de demolición de casas con daños estructurales y las licitaciones de obras públicas.

El nuevo gobierno ha cifrado en 30.000 millones de dólares los daños causados por el terremoto y maremoto del 27 de febrero. Se contabilizan unos 800 muertos o desaparecidos.

El tema de la demolición de las viviendas severamente dañadas podría convertirse en un dolor de cabeza para quienes quedaron sin nada, incluso sin trabajo.

Según recordó el diputado del Partido por la Democracia (centro-izquierda) Jorge Tarud, si la municipalidad considera que una vivienda debe ser demolida, el propietario de la casa tiene 30 días para cumplir con esa disposición.

"Si en 30 días el propietario no ha cumplido, la municipalidad se encarga de demoler, pero luego cobra judicialmente los gastos al dueño", explicó Tarud a la AFP.

"En varias zonas donde las casas son de adobe, no es posible que los dueños se hagan cargo de la demolición porque se quedaron sin nada, tampoco tienen trabajo. Por eso he pedido que el Estado se haga cargo de esos costos, entregando los fondos necesarios a los municipios", señaló el legislador.

Recordó que, en lo que respecta a edificios, las constructoras tienen responsabilidad hasta después de 10 años de haber hecho la construcción. "En los edificios dañados mayores de 10 años, el Estado también tendría que hacerse cargo", aseveró Tarud.

Y mientras las labores de reconstrucción continúan, también lo hacen las réplicas en la zona sur del país. De acuerdo con el Departamento Geofísico de la Universidad de Chile, se han registrado unos 13 movimientos sísmicos de regular intensidad en las últimas 24 horas.