martes, 30 de marzo de 2010
Bancos ofrecen alternativas post terremoto
A raíz del terremoto que azotó Chile en días pasados, y previendo las dificultades de pago que podrían enfrentar sus clientes, los bancos han ofrecido medidas que pretenden atender las necesidades surgidas a raíz de éste.
Estas alternativas serán de mayor beneficio en la medida que el cliente se informe y acepte sólo aquellos ofrecimientos que se adapten a su situación, tomando en cuenta las orientaciones que se entregan a continuación.
Respecto a los productos que ya tenía contratados
En la mayoría de los casos las opciones de postergación de los pagos fueron aplicadas de manera automática , por lo que, de no interesarle, puede pedir su anulación. Si bien estas facilidades están dirigidas principalmente a personas naturales, que estando al día en sus pagos al 27 de febrero pasado, pudieran verse afectados con antecedentes negativos en su registro de deudas, algunas instituciones han manifestado que podría extenderse a pequeñas empresas, lo cual debe ser consultado directamente con cada entidad.
La alternativa más ofrecida ante esta contingencia, para las regiones más afectadas, es postergar el pago de hasta 3 cuotas y/o dividendos a los clientes que tengan créditos de consumo o hipotecarios. En general, dichas obligaciones son postergadas al mismo valor en pesos, o en Unidades de Fomento en el caso de los créditos hipotecarios.
El principal cuidado para evaluar la conveniencia de esta opción, es fijarse si posteriormente le significará el pago conjunto de varias cuotas o dividendos. En algunas opciones, las obligaciones postergadas se comienzan a pagar después del vencimiento de la última cuota del crédito original, en cuyo caso el deudor no tiene una carga financiera mensual distinta de la que ya venía soportando.
Sin embargo, otras alternativas implican que en un sólo mes el deudor deberá pagar el monto postergado más la cuota de ese mes, razón por la que si no cuenta con los fondos deberá renegociar o solicitar un nuevo crédito, en cuyo caso deberá evaluar las condiciones en que éste es ofrecido.
Para las tarjetas de crédito la alternativa ofrecida es el “pago mínimo cero” durante uno, dos o tres meses, modalidad que libera al cliente de la obligación de pagar parte de lo cobrado en su estado de cuenta. No obstante, esta opción no es gratuita, ya que el monto postergado, se sumará a lo adeudado generando intereses, salvo que se convenga algo diferente con la propia entidad.
Tenga presente que:
Si no desea utilizar la postergación automática, basta con realizar sus pagos en la fecha indicada, o bien, contactarse con el banco.
Para créditos de consumo e hipotecarios, verifique antes de aceptar la postergación:
- Cuántos meses le permiten postergar.
- Cuándo tiene que pagar los montos postergados.
- Cuáles son las facilidades de pago que el banco entregará para cancelar el monto postergado y si se acumulan los pagos de varios meses en uno.
- Si puede pagar, hágalo, de lo contrario su deuda se incrementará.
- Si no puede pagar, no incurrirá en mora y no se publicará información negativa en ninguna base de datos. Tampoco tendrá que pagar intereses penales ni gastos de cobranza.
- Consulte por cuántos meses tendrá la opción de “pago mínimo cero”.
Los Bancos han enfocado sus ofertas en créditos de consumo y tarjetas de crédito.
La principal recomendación es basar sus decisiones en lo que necesite y pueda pagar, ya que adquirir deudas es una responsabilidad del cliente porque aumenta su carga financiera y en consecuencia afecta el presupuesto familiar.
En los créditos de consumo se ofrecen tasas preferenciales siempre que se cumplan una serie de condiciones, por lo que, antes de tomar una decisión, debe precisar:
- La tasa de interés y los requisitos que debe cumplir para acceder a ella.
- A quiénes va dirigida la oferta. Algunas sólo van destinadas a clientes en las zonas afectadas.
- El monto mínimo y máximo que debe tener el préstamo para acceder a la oferta.
- El plazo mínimo y máximo de cuotas en que debe pagarse para acceder a la oferta.
- La disponibilidad de fondos asignados por el banco para esa oferta.
- Las fechas en que esta oferta puede solicitarse.
- Los meses de gracia que ofrecen y el costo que éstos significan. Recuerde que éstos son opcionales y generan intereses que se capitalizan.
- Los seguros que desee contratar, tanto en cuanto a su cobertura (desgravamen, cesantía, etc.) como el valor a pagar por ellos.
- Los beneficiarios de la oferta (generalmente se ofrece sólo para las zonas más afectadas).
- Las condiciones de la oferta.
- Las fechas involucradas para acceder a la oferta y la disponibilidad de los fondos asignados por el Banco para este propósito.
- El número de cuotas que deben pactarse para acceder al beneficio.
- Recordar que la compra en cuotas con tarjetas de crédito están afectas al impuesto de timbres y estampillas, el cual es de cargo del cliente.
Wikipedia-Terremoto de Chile de 2010
El terremoto de Chile de 2010 fue un sismo ocurrido a las 03:34:17 hora local (UTC3), del sábado 27 de febrero de2010, que alcanzó una magnitud de 8,8 Mw. El epicentro se ubicó en el Mar Chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, cerca de 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a 63 kilómetros al suroeste de Cauquenes, y a 47,4 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre. El sismo, tuvo una duración de cerca de 2 minutos 45 segundos, al menos en Santiago. Fue percibido en gran parte del Cono Sur con diversas intensidades, desde Ica en Perú por el norte hasta Buenos Aires y Sao Paulo por el oriente.
Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80% de la población del país. En las regiones del Maule y el Biobío, el terremoto alcanzó una intensidad de IX en la escala de Mercalli, arrasando con gran parte de las ciudades como Constitución, Concepción, Cobquecura y el puerto de Talcahuano. En las regiones de La Araucanía, O’Higgins y Metropolitana, el sismo alcanzó una intensidad de VIII provocando importante destrucción en la capital, Santiago de Chile, en Rancagua y en las localidades rurales. Las víctimas fatales llegan a un total de 404 fallecidos. Cerca de 500 mil viviendas están con daño severo y se estiman un total de 2 millones de damnificados, en la peor tragedia natural vivida en Chile desde 1960. La presidenta Michelle Bachelet declaró “estado de excepción constitucional de catástrofe” en las regiones del Maule y Biobío.
Un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto, destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico. El archipiélago de Juan Fernández, pese a no sentir el sismo, fue impactado por las marejadas que arrasaron con su único poblado, San Juan Bautista. La alerta de tsunami generada para el océano Pacífico se extendió posteriormente a 53 países ubicados a lo largo de gran parte de su cuenca, llegando a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, la Antártida, Nueva Zelanda, la Polinesia Francesa y las costas de Hawái.
El sismo es considerado como el segundo más fuerte en la historia del país y uno de los cinco más fuertes registrados por la humanidad. Sólo es superado a nivel nacional por el cataclismo del terremoto de Valdivia de 1960, el de mayor intensidad registrado por el hombre mediante sismómetros. El sismo chileno fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití ocurrido el mes anterior, y la energía liberada es cercana a 100.000 bombas atómicas como la liberada en Hiroshima en 1945.
Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80% de la población del país. En las regiones del Maule y el Biobío, el terremoto alcanzó una intensidad de IX en la escala de Mercalli, arrasando con gran parte de las ciudades como Constitución, Concepción, Cobquecura y el puerto de Talcahuano. En las regiones de La Araucanía, O’Higgins y Metropolitana, el sismo alcanzó una intensidad de VIII provocando importante destrucción en la capital, Santiago de Chile, en Rancagua y en las localidades rurales. Las víctimas fatales llegan a un total de 404 fallecidos. Cerca de 500 mil viviendas están con daño severo y se estiman un total de 2 millones de damnificados, en la peor tragedia natural vivida en Chile desde 1960. La presidenta Michelle Bachelet declaró “estado de excepción constitucional de catástrofe” en las regiones del Maule y Biobío.
Un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto, destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico. El archipiélago de Juan Fernández, pese a no sentir el sismo, fue impactado por las marejadas que arrasaron con su único poblado, San Juan Bautista. La alerta de tsunami generada para el océano Pacífico se extendió posteriormente a 53 países ubicados a lo largo de gran parte de su cuenca, llegando a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, la Antártida, Nueva Zelanda, la Polinesia Francesa y las costas de Hawái.
El sismo es considerado como el segundo más fuerte en la historia del país y uno de los cinco más fuertes registrados por la humanidad. Sólo es superado a nivel nacional por el cataclismo del terremoto de Valdivia de 1960, el de mayor intensidad registrado por el hombre mediante sismómetros. El sismo chileno fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití ocurrido el mes anterior, y la energía liberada es cercana a 100.000 bombas atómicas como la liberada en Hiroshima en 1945.
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