Un milagro, no hay otra palabra para describir lo que le sucedió a Ricardo Vivanco, quien trabaja como operador de el Tagadá en los juegos "Felicilandia", que todos los años se instalan en Pichilemu.
Haciendo caso omiso a lo que decía Carabineros y Bomberos de Pichilemu, un grupo de amigos baja hasta la playa principal del balneario, que hace pocos instantes había sido devastada por el tsunami. Los amigos, en evidente estado etílico, se embarcan en una aventura que pudo traerles consecuencias fatales. Es tanta, la osadía de los personajes que la mujer que los acompaña se sienta en una silla de playa que encuentra tirada en la arena.
Fue en ese momento que se dieron cuenta que venía una nueva ola. Los aventureros arrancaron de la fuerza del mar, pero uno de ellos quedó atrás. En ese momento, Ricardo se mete el celular en su bolsillo para arrancar. Trata de subir, pero la ola lo bota, peligrosamente se acerca un bote que había sido arrastrado por la fuerza del mar. "El gordo", se ve atrapado en contra el muro blanco, tan típico de Pichilemu y el mar. En las imágenes se ven todos los objetos que chocan con el cuerpo de este aventurero. Su amiga llora por no poder rescatarlo y otro de sus compañeros le explica como salir, pero no lo ayuda en este intento.
Finalmente todo se presta para la broma y sus amigos sólo atinan a decir: "¡Estai vivo Maluco!". Una irresponsabilidad que pudo costarle la vida a este trabajador. Una historia que tuvo un buen final, pero que pudo engrosar la lista de los fallecidos en nuestro país a causa del maremoto.
Este es el impresionante video.
domingo, 28 de marzo de 2010
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