miércoles, 3 de marzo de 2010

los mensajes de los obispos

Los obispos de Chile han emitido mensajes, personalmente y en grupo, apelando a la solidaridad nacional con las víctimas del terremoto y condenando los saqueos de las zonas afectadas.

En un mensaje al país, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, obispo de Rancagua, instaba ayer a los políticos a trabajar unidos por el bien del país.

“A pocos días de un cambio de gobierno, necesitamos trabajar como un país unido, junto a las actuales y las futuras autoridades, con la mejor voluntad y colaboración de todos. No quisiéramos que consideraciones políticas empañaran la ayuda solidaria ni la reconstrucción”, afirmaba en su comunicado.

También deploraba los casos de vandalismo: “entre réplicas y escombros, hemos contemplado con estupor la acción de barbarie de quienes roban en medio de la emergencia”.

“En horas de comprensible desesperación, pedimos a todos serenidad y solidaridad. Y a los fieles cristianos, una intensa oración familiar y comunitaria en esa hora”.

Por su parte, el cardenal Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago, condenaba los “saqueos y las ventas especulativas de productos de primera necesidad”, afirmando que “para ser un momento de dificultades, aprovecharse de la debilidad, del trabajo de las instituciones, de las personas que están trabajando en los supermercados, para salir con beneficio propio mucho más allá de las necesidades, eso es condenable enteramente”.

El cardenal subrayó ayer, en declaraciones recogidas por el Canal 13, la importancia del voluntariado no sólo para la atención material, sino sobre todo psicológica de las víctimas.

Por su parte, monseñor Ricardo Ezzati, arzobispo de Concepción, una de las diócesis más afectadas por el terremoto, agradecía el toque de queda impuesto por el Gobierno para contener los actos vandálicos, en declaraciones hoy a Radio Cooperativa.

“El desastre es grande desde el punto de vista material. El otro terremoto, el espiritual, asusta tanto como el primero. Hay una ola de generosidad solidaria, el trabajo de los voluntarios que se movilizan es un bosque que crece. Pero los actos vandálicos son árboles que caen y hacen mucho ruido”.

El arzobispo de Concepción afirmó que la diócesis “ha puesto a disposición de la autoridad todas las redes nuestras. Vamos a hacer la distribución de la ayuda que nos llega a través de las parroquias, capillas y comunidades”.

“La mayor parte de nuestros templos está en el suelo, pero eso es lo de menos. Lo que nos interesa es el templo vivo que son las personas”, subrayó.

Mensajes y gestos de apoyo han llegado hasta ahora de los obispos de San Bernardo, Iquique, Temuco, Chillán y Antofagasta. También el CELAM y la Conferencia Episcopal de Argentina han hecho llegar sendas cartas de apoyo.

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